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lunes, 15 de octubre de 2018

NUESTRA VIDA SIGUE AQUÍ, SÍ...

Lo sé, mi madre no tiene perdón de dios ni de ninguno de ustedes... llegamos a Shaoxing el septiembre pasado, hizo una entrada sobre eso y ahí os dejó a todos con las ganas de saber cómo nos iba en esta nueva aventura chinesca. Pero hay que decir que ha sido un año difícil para mi mamá, muy montaña rusa, que le han pasado mil cosas y la pobre no ha tenido tiempo de sentarse y escribir... y hoy tampoco es que tenga tiempo, pero ha pasado una de esas cosas surrealistas que solo pasan en China y de las que hay que dejar constancia y aquí está señores, así que aprovechen y flipen en colores una vez más!!!

Mi madre es así, pasa algo surrealista y se acuerda de que vive en China con su hija de cinco años y que es algo fuera de lo normal y corre a escribirlo para que cuando yo sea mayor pueda hacer una recopilación de anécdotas y escribir un Best sellers sobre mi infancia (surrealista) en China y sacarla de pobre...

La cosa es que estamos bien aquí... a ver si va teniendo más tiempo y os va contando porque mi vida ahora que hablo perfectamente varios idiomas es muchísimo más interesante que antes, las cosas como son... pero ahora al lío y al hecho surrealista de hoy.

Un compañero de trabajo de mamá que vive en el edificio de al lado nos cuenta por la mañana que había una rata enorme en el sofá de su casa y que del susto al encontrarse un humano (extranjero, encima!) allí delante, corrió a meterse en la lavadora y ahí seguía... mi madre muere del asco instantáneamente... no puede con las ratas... mira que soporta bichos y cosas raras pero las ratas le dan una grima tremenda y no puede con ellas.




La rata de puro aburrimiento, o desesperación, parece ser que se terminó comiendo los cables de la lavadora y la jorobó entera... vamos, mejor así porque a ver quién lava su ropa sabiendo que ahí hubo una rata durante toda una noche... mi madre no, desde luego... le prende fuego a la lavadora en el jardincito de atrás del edificio, fijo...



El compañero explica que al final consiguieron sacarla de la casa entre cuatro y avisa de que anda suelta por ahí... Y ahí es cuando mi madre deja todo lo que estaba haciendo y se va al super a comprar todos los productos de limpieza que encuentra para desinfectar un pueblo entero casi...

Cuando me recoge del cole 2 (ya os explicaremos en otra entrada lo del cole por números, no os preocupéis) me explica el tema y entonces yo, muy seria, le pregunto (porque yo ya pregunto de corrido cosas):

-¿Pero la rata es de dibujos o de verdad?

Parece ser que no era de dibujos porque mi madre se moría de la risa (estoy en esa edad en la que se ríen mucho de mi y conmigo en todos los idiomas que hablo...)

Llegamos al portal y ahí que sube mi madre a lo Batman buscando al malo en cada rellano, yo detrás de ella, a lo Robin, mirando por todos lados a ver si veo rata de dibujos o de verdad por algún lado, pero nada... Uff... menos mal!! Pero no acabó ahí la búsqueda, entramos en casa y mi madre me sienta en la mesa del comedor mientras va sacando los tropecientos botes que ha comprado para matar o ahogar a la rata esa que tenemos en casa.

-¿Y vamos a matar muchas ratas, mamá?- Le pregunto yo.

Ahí yo con los botes en plan Ladybug diciendo:

-¡Rata, pum!, ¡rata, pum!, ¡rata pum!-  Preparadísima estaba yo!!! Me arremango y en un ratito la ahogamos, mamá, no te preocupes!!





Este año mi mamá está sola conmigo en Shaoxing... si, papá está haciendo las irlandas en estos momentos... y hay cosas que son difícil para ella... Esta una de ellas, desde luego... pero como una valiente, se ha revisado la casa entera con el palo de la escoba en una mano y el spray anti-ratas de menta y eucaliptus en la otra hasta estar completamente segura de que no tenemos ratas...

No sé si soltará la escoba y el spray para dormir, sinceramente.... La casa huele tanto a menta y eucaliptus que no creo que se acerque al edifico bicho ninguno ya, pero ella es muy neuras para estas cosas...

Y aquí os dejo porque me voy a dormir, espero que nos pasen cosas surrealistas semanalmente y mi mamá sienta esta necesidad de sentarse y contaros cómo va nuestra vida aquí porque es digna de lectura.











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